El insomnio es cada vez más común en las personas y es una de las causas que afecta nuestra calidad de vida. Una psicóloga experta indica cuáles son los tipos de insomnio y qué se puede hacer contra cada uno de ellos para revertirlos.
Cuatro tipos de alimentos contra el insomnio: qué cenar para dormir mejorLa psicóloga especializada en insomnio Nuria Roure postula que el primer paso para resolver problemas de insomnio es asegurarnos de cómo dormimos la noche anterior, si tenemos la necesidad de tomar café para despertarnos o si al levantarnos ya tenemos la energía suficiente para andar.
En segundo lugar plantea analizar cuáles son las condiciones de energía con que llevamos adelante la jornada. ¿Necesitamos algún tipo de energizante? Por último, considera que es necesario analizar también qué estado atraviesan nuestra salud física y nuestra salud mental.
Cuáles son los tipos de insomnio
Insomnio de inicio
Roure señala que este se da cuando hay problemas para conciliar el sueño. Quienes lo padecen pueden pasar horas en la cama sin poder dormirse. Puede estar asociado a actividades que se realizan durante el día.
Insomnio de mantenimiento
Los pacientes que padecen este tipo de insomnio tienen dificultad para mantenerse dormidos. Suelen despertar en medio de la noche, después de unas pocas horas de sueño y no poder volver a dormirse.
Despertar precoz
Es tal vez el que menos se considera como insomnio. Se trata de las personas que pueden dormirse rápido y mantenerse dormidos pero a los que se les hace imposible volver a dormir una vez que se despertaron. Son las personas que abren los ojos horas antes de que suene el despertador.
Cómo enfrentar los tipos de insomnio
Roure señala que "según todas las asociaciones médicas, la recomendación para abordar el insomnio siempre es la terapia cognitivo-conductual antes que recurrir a los fármacos" que deberían ser la última de las opciones.
La opción más efectiva es la terapia que funciona a largo plazo porque ataca las costumbres y hábitos poco saludables que empeoran nuestra calidad de sueño. Las terapias cognitivo-conductuales buscan el origen del problema y atacan de raíz. Los fármacos, por el contrario, solamente atacan los síntomas sin corregir malos hábitos.